Hace años Francisco Saldaña no hubiera imaginado que tendría una carrera tan exitosa en el ámbito musical. Y es que al remontarse al pasado, el productor y arreglista, mejor conocido como Luny, solía trabajar como cocinero en la Universidad Harvard, en Massachusetts.No fue hasta que ahorró dinero años después, mientras vivía con su madre y su colega Tunes, que pudo preparar un estudio de música, donde comenzó su desempeño como arreglista y cantante de reguetón.
“Yo era chef y de ahí junté chavos para comprar un estudio. Tunes y yo eramos dos muchachos de la calle. Un día me levanté y le dije: ‘no quiero seguir haciendo esto, porque se nos va a ir la vida trabajando’”, confesó Luny haciendo referencia al desaliento que sentía por su trabajo.
En la actualidad, cuando asegura trabajar más que nunca, Luny se considera una persona afortunada. “Es un sueño hecho realidad. Muchos jóvenes se identifican con nuestra historia”, dijo el cantante hecho productor, cuya meta en el año nuevo consiste en promocionar a su agrupación, Erre XI.










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